**Capítulo 1: Las Ranas Rockeras en Acción**
En el animado pueblo de Las
Salinas, donde las lagunas verdes burbujean y las playas doradas brillan, un
grupo de ranas rockeras estaba preparando el evento del año. **Rana Roxy**, la
líder con una guitarra eléctrica hecha de higo, estaba emocionada. "¡Este
concierto será épico, chicos!" dijo a sus amigos, **Rana Rex** en la
batería y **Rana Rizzo** en el bajo.
Las ranas habían estado ensayando durante semanas en la playa, atrayendo a turistas y locales por igual. El evento principal sería en la Laguna La Mellicera, famosa por su barro negro medicinal.
**Capítulo 2: Un Invitado Inesperado**
La noche antes del concierto,
una nube de polvo se levantó desde el fondo de la Laguna La Mellicera. De
repente, un ejército de zanahorias zombis emergió, liderados por la malévola
**Capitana Zombi-Zanahoria**. "¡Ranas Rockeras, este será su último
concierto!" chilló la capitana, agitando sus hojas como si fueran brazos
esqueléticos.
Las ranas, aterradas pero
decididas, decidieron que nada les impediría rockear. "¡Tendremos que
enfrentarnos a estas zanahorias mutantes y salvar el concierto!" declaró
Rana Roxy, golpeando una cuerda de su guitarra.
**Capítulo 3: La Batalla en la Playa**
El día del concierto, las
zanahorias zombis se acercaron a la playa, lanzando rábanos y arrojando coles
en su ataque. Rana Roxy, con una correa de zanahorias alrededor de su guitarra,
saltó al escenario y comenzó a tocar un riff electrizante. "¡Vamos a
rockear, chicos!" gritó.
Rana Rex usó sus baquetas como
nunchakus para defenderse de las zanahorias, mientras Rana Rizzo lanzaba
poderosos acordes de bajo que hacían temblar la arena. "¡Esto es para ti,
Capitana Zombi-Zanahoria!" gritó Rizzo, golpeando una nota tan fuerte que
lanzó a varias zanahorias por los aires.
**Capítulo 4: La Canción de la Victoria**
En medio del caos, Rana Roxy
tuvo una idea brillante. "¡Vamos a tocar la Canción de la Victoria!"
gritó. Las ranas comenzaron a tocar su canción más poderosa, una melodía tan
pegadiza que incluso las zanahorias zombis empezaron a bailar. "¡No
podemos resistirnos al ritmo!" gimió la Capitana Zombi-Zanahoria, sus
hojas agitándose al compás de la música.
Con cada acorde, las
zanahorias zombis se volvían menos amenazantes y más alegres. Finalmente, la
Capitana Zombi-Zanahoria cayó al suelo, completamente agotada por el baile.
**Capítulo 5: Un Concierto Inolvidable**
Las ranas rockeras terminaron
su canción con un solo de guitarra épico de Rana Roxy. Los turistas y locales
estallaron en aplausos, y las zanahorias zombis, ahora pacíficas, se unieron a
la fiesta. "¡Este ha sido el mejor concierto de todos!" gritó un
turista, cubierto de barro negro.
Rana Roxy, Rex y Rizzo fueron
aclamados como héroes. La Capitana Zombi-Zanahoria, ahora amiga de las ranas,
prometió nunca más interrumpir un concierto. "Rockearé en mi propia
huerta," dijo con una sonrisa.
Y así, con la luna brillando
sobre la Laguna La Mellicera y las notas de rock llenando el aire, las ranas
rockeras demostraron que con música, cualquier problema, incluso uno lleno de
zanahorias zombis, puede solucionarse.
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